domingo, 25 de mayo de 2014

Detalles



 Estoy convencida que es cuestión de detalles. Esos pequeños e imperceptibles detalles que se convierten en pilares. Una llega y lo hace todo como debe ser. O como cree que debe ser con las piezas que tiene, con el sentido y manejando gustos que no son suyos.



Una quiere que lo que ha hecho guste; hace tiempo que sabe que por mucho empeño que se ponga las cosas nunca están al cien por cien como las sueña y mucho menos como las sueñan los demás.




Una sabe que lo importante es la ilusión de construir, de andar, de entremezclar sueños. Pero que después hay que mantener lo que se ha construido. Los castillos de arena son preciosos en la playa pero no son prácticos en zona urbana. Y terminan convirtiéndose en un arenal que se te mete en los ojos y te ciega.



Una, al fin y cabo lo que sabe es... ¡que no tiene ni puta idea de nada!
Bueno, sí: que los castillos de arena no se sostienen , la solución es hacerlos directamente de ladrillo.
El mayor de los tres cerditos sí que sabía...


(Aunque un ladrillo mal puesto te jode una urbanización)

domingo, 18 de mayo de 2014

Redes


Nos tienen atrapados. Yo ya ni lucho por zafarme de sus hilos. Se desgasta demasiada energía y el hilo que me asfixiba ha terminado por aflojarse. Por fín me deja respirar, aunque de vez en cuando se tense, pero no hay mejor manera que ignorar que aprieta para que desista de su intento de dejarme KO.


 He aprendido lo útil que es este nuevo sistema de comunicación. Me resulta útil en mi vida personal y profesional.
 En lo profesional, me ha puesto en contacto con gente muy interesante que vive a muchos miles de kms de aquí y que sin conocernos nos damos consejos y nos contamos pequeños secretos profesionales; nos damos ánimos y nos contamos lo mal que va el sector vidriero a nivel mundial y las posibles soluciones para recuperar este precioso oficio.
 En lo personal, he conocido a gente estupenda que de otra manera hubiera resultado más difícil que nos cruzáramos. Me aportan un enriquecimiento personal tremendo. Compartimos aficiones comunes que nos liberan del trajín diario. Es nuestro pequeño Narnia. Durante unas horas somos los Reyes del bosque.
 Pero también tiene su parte mala. Al ser un medio escrito en su mayoría, si cae en ojos y en mentes retorcidas, pueden complicarte la existencia: desde el estado de Whatsapp, hasta un comentario cariñoso a alguien querido sacado de contexto.


¿Quién tiene la culpa? ¿El que usa su estado de whatsapp para expresar su estado de ánimo o el que lo lee y/o malinterpreta? ¿Vas a reprimir un "me gusta" y/o un comentario por lo que puedan pensar  determinadas personas?
A mi ya no me condicionan, libertad de expresión y que cada uno piense lo que crea necesario.
 No hay nada como abrir los ojos para darte cuenta que se aprende más así que abriendo la boca.

lunes, 5 de mayo de 2014

Sin prisas

Correr.
¿Sólo un poco? No.
Quiero sudar. Y al parar, notar la brisa fresca en mi cara.
Y mirar, a un lado, a otro, sin nadie cerca. Rodeada de ramas cargadas con hojas verde esperanza que me saludan.


Volver a correr.
Sentir velocidad, ganas de llegar, más ritmo. Llegar, pero...¿A dónde?
Parar.
Dejar que la brisa se acerque y me traiga personas, años. Para andar con ellos, todos de la mano.
Y animar a alguno a echar una carrera, esprintando al final entre risas.
Sólo por sentir la brisa al parar.
Sólo por recordar.


Y volver a correr.
Correr mucho, con ganas, pero sin prisas.
Sin dejar de avanzar. Sin saber a dónde llegar.
Sólo por correr.
Sin prisas.