lunes, 30 de mayo de 2016

Primavera despeinada





Termina mayo, y por fin llegan las  paredes blancas y luz (mucha luz), y tardes verdes (muy verdes) provocadas por la lluvia de una primavera despeinada. Despeinada, a juego con mi pelo y mis ganas, combinando con mi inercia y mi alegría. Y es que hace mucho que aprendí que es como mejor se vuela. Despeinada me gusta ver y sentir el mundo. Así voy deslizándome por mayo, con pasos despeinados e inmersa en un zigzag vital lleno de cambios y volteretas. A lo mejor, cuando sea más muy mayor, aprendo a caminar en línea recta, no sé. Ojalá que no, que ni las caderas ni las rodillas me permitan jamás un paso afinado porque significará que se me ha allanado el camino o peor, la sonrisa, o peor aún…el corazón. Y no hay nada más triste que una sonrisa peinada y sin latidos ni tumbos de emoción.
De momento, la sonrisa no me la quita nadie :-)


lunes, 23 de mayo de 2016

Para mí, café con sol, por favor...






Después de un mes caótico me digo que hoy es lo único que necesito: café y dos cucharadas colmadas de sol, relajarme un poco, cerrar los ojos al cielo y permitir que el rayo de la templanza me ilumine las pestañas. Éste está siendo un mes complejo, lleno de espinas (laborales y alguna personal…) y con un ritmo tan incesante que apenas he tenido tiempo de sentarme en el sofá y relajarme.  En parte es así cómo visualizo este pequeño espacio, un gran sofá junto a un ventanal dónde me siento a descoserme los pensamientos sin medir brazada emocional y que, reconozco, tengo algo descuidado. 
Sol y café, café y sol… Hoy, además, me han dejado dos sorpresas preciosas aquí en el sofá, dos abrazos tan dulces y generosos que aún ando emocionada…

Por ahora os dejo un café...(la dosis de sol va a gusto de cada uno... ;-)

miércoles, 18 de mayo de 2016

Pájaro






En ocasiones tengo un sueño recurrente, un sueño que se repite en diferentes etapas de mi vida. Un mismo sueño y un mismo escenario: Una casa de verano, blanca, con tejas rojas y enormes vigas de madera.
En mi sueño apenas veo la casa por dentro, sino que cruzo el salón y voy directa a la terraza. Una vez allí abro (lentamente) una puertecilla verde que conduce a un pequeño lavadero y que, al parecer se utilizaba como garaje oficial de bicis infantiles hasta que con el tiempo acabó convertido en un pequeño trastero. Pues bien, siempre entro allí muy despacio, muy temerosa, esperando ver bajo la ventana una pequeña jaula dónde sé que hay un pájaro. Me acerco a él con una angustia bestial porque soy consciente de haberlo descuidado durante muchos, muchos años y temo encontrármelo muerto. En todos mis sueños siento que cierro los ojos de pura tensión al acercarme y al abrirlos observo aliviada que el pájaro está ahí, vivo, saltando la mar de feliz y ¡oh, sorpresa! siempre es diferente. A veces aparece pequeño y pardo como un gorrioncillo y otras coloreado y rechoncho como un agaporni. Nunca está muerto, nunca mantiene el mismo aspecto, pero mi angustia al entrar es siempre la misma. Esa sensación ahogadiza de descuidar algo muy vital, muy importante en mi vida. Y es curioso...pero esa sensación de "llegar tarde" la recuerdo desde muy, muy pequeña. Llego tarde a algo, algo que es importante para mí pero que no alcanzo, ni conozco, ni comprendo.

En fin, cosas…


¿Vosotros habéis tenido o tenéis algún sueño recurrente? 


lunes, 2 de mayo de 2016

Pasiones

"Las pasiones son buenos instrumentos, pero malos consejeros. El hombre sin pasiones sería frío, pero en cambio el hombre dominado por las pasiones, es ciego. "
-Jaime Balmes-

Esta frase la he leído hoy. La verdad es que yo me reconozco demasiado apasionada en casi todo...y así me va. Aunque con el paso de los años he aprendido a templarme y que los radicalismos no conducen a nada. Vive y sobre todo vive feliz.


Esta entrada es para todos: para el aficionado forofo de bufanda que sólo ve penalti en su ataque y considera abusivo el triunfo de su rival más directo; para el tertuliano que conoce todos los temas que se pongan sobre la mesa y desprestigia cualquier opinión que difiera de la suya; para el periodista de carnet de partido político que vomita demonios por la boca hacia aquellos que les restan votos, sin ser capaz de ver la viga (enorme) de su propio ojo; para el trabajador que no da un palo al agua; para el niño que abusa de su compañero en la escuela; para el marido que amenaza a su mujer y no respeta su libertad de decisión ni de opinión; para el clérigo que quiere que el miedo se apodere de sus feligreses...
Todas estas aplicaciones, a priori, son negativas. Entonces ¿Por qué las seguimos tolerando?... ¿Por qué las seguimos tolerando...TODAS? 
Aprendamos a respetarnos los unos a los otros y a vivir. A vivir felices.