Robert Oddy |
¡Soy feliz! ¿Qué queréis que os diga? A pesar que 2013 comenzó bastante telúrico, sobre todo emocionalmente y después laboralmente, ha terminado fenomenal. La sonrisa me tiene cogida por la cintura y vamos vestidas de domingo. Sólo mis amigos más íntimos saben los momentos tan difíciles que he pasado, aquellos que no han salido corriendo a la primera de cambio y he tenido su apoyo constante, cada día, en los que la palabra confianza se hacía cada vez más y más grande. Ellos saben quienes son perfectamente, unos de muchos años y otros muy recientes. En este grupo también incluyo a parte de mi familia: a mi hermana Eva, que me ha aguantado carros y carretas y a mi hermano Jorge, que a pesar de tener ya su buena ración de causalidades, ha estado ahí. A mis pocos íntimos y a mis hermanos, gracias, gracias, gracias y que os quiero con locura.
He aprendido a comer pescado sin atragantarme con las espinas.
A dejar de gastar mi tiempo con las personas equivocadas y que no hacen ni un poquito de esfuerzo por hacerme feliz.
He aprendido que si alguien me quiere en su vida hará un espacio para mi sin que luche por uno.
A ignorar a la personas que constantemente me ignoran.
Y sobre todo a valorar a las personas que están a mi lado no sólo en los mejores, si no incluso en los peores momentos.
Sacudirme las pulgas, en una palabra.
También pido perdón a aquellas personas que aun queriendome, he hecho daño (en particular a una que sé que lee estas líneas).
El año afortunadamente continuó para bien. Puso en mi camino a las Woman Wind Extreme y evolucionó hasta mi grupeta de espartanos, de los que solo tengo cosas buenas y mejores que decir: gente guapa, simpática, honesta, divertida, sana, montañera...que les quiero mucho!!
Conocí a Los Tapieros, con mi querido Luis al mando, a Mujeres Que Corren, a los Drinkingrunners, todos de los mejorcito del mundo del running.
Muy satisfecha con mi primer año oficial de trail, y que en este segundo que entra, espero seguir mejorando y dando guerra con mis chicas, mis Samburieles y con el resto de corremontañas que he conocido. La montaña se ha convertido en algo vital, esencial para mi felicidad y no pienso renunciar a ella.
Laboralmente también ha ido a mejor. Comenzamos con disgustos y hemos acabado muy bien. Y aunque estoy muy contenta donde estoy ahora, me sigo empeñando en que un día volveré a coger la rulina, el vidrio, los pinceles...sé que regresaré a lo mío, tarde o temprano.
Sólo una parte se ha mantenido estable, o quizá no; diría que ha aumentado: mis hijos. Tengo dos corazones, cada uno latiendo al 100%, rebosantes, felices y orgullosos. Son mi vida, mi ruido, mi risa, mi imaginación y mis lágrimas a veces. En mi casa vive la doctora princesa, el Tiranosaurus rex manco, Rayo "mascuin", el señor castor, la maga...¡¡Qué aburrida sería mi vida sin ellos!!
Así que de mi "crisis" particular he conseguido sacar bastante provecho, por eso puedo decir que soy y me siento feliz. Son breves momentos que lo llenan todo, que han conseguido que el año termine de una manera fantástica.
Y como el 2013 de hoy es un "to be continued" del 2014 de mañana, lo espero con ansia, porque estoy convencida que va a traer cosas muy, muy, muy buenas. Y principalmente, espero que todos los que habéis compartido conmigo este año que se va (familia, amigos, conocidos, perros, gatos, etc..) sigáis en este que entra y en los venideros.
¡¡Feliz Año Nuevo!!
Jim M. Berberich |