Al mirar el color azul solemos tener una insconciente sensación de confianza, tranquilidad, seriedad...para una persona tan emotiva como yo, suele ser calmante.
Mientras permito que me invada esa serenidad, me froto las manos. Las coloco sobre mis ojos, tan fuerte que me hago daño. Como si así me apartase del mundo.
Después voy abriendo poco a poco los dedos. La vida, el mundo, siguen ahí. Y bajo las palmas por mi cara para volver al lugar que le corresponden. Durante unos segundos, en los que me he quedado ciega, yo, no era yo.
Era, más o menos, pero distinta. Otra persona, otra cosa, sin problemas, sin brillo, sin aliciente, sin mentiras, era...eso que sueño a veces cuando me tapo la cara.
Y me sonrío porque me recuerda a cuando los niños se tapan la cara para esconderse de lo que hay detrás de las palmas.
Con la diferencia que soy plenamente consciente del mundo que hay detrás de ellas.
Todos deberíamos taparnos los ojos con frecuencia y tener esa sensación.
ResponderEliminar"Me recuerda a cuando los niñosse tapan la cara para esconderse de lo que hay detrás de las palmas"... "Con la diferencia que soy plenamente consciente del mundo que hay detrás de ellas"
Ojalá pudiéramos hacerlo igual que ellos, entrando en un mundo completamente privado, olvidando por completo quienes somos, soñando.
Besos
david.
Ojalá!! Lo que ocurre es que aunque nos tapemos los ojos con nuestras palmas nos evadamos durante unos instantes (y durante un ratito soñemos con las cosas bonitas que deseamos) se nos ven los pies y la realidad termina por encontrarnos. Por suerte, nada ni nadie, puede quitarnos ese momento tan sereno...
EliminarBesos
Recuperemos el niño que llevamos dentro...todo un reto :)
ResponderEliminarEl azul es muy inspirador...el mar, el cielo, los pitufos... recordemos, buceemos, volemos...al país de los sueños donde la libertad está por encima de todo
No se que me ha dado :))
kiss
Nuria
Te ha dado que estás en modo pitufo disfrutón total :-))
EliminarAllá me voy contigo, a soñar!!!
Muacks y remuacks!